“En los últimos años se hicieron escuelas por toda la provincia, menos en esta parte del Iberá”, explica. Debido a esta situación inestable en que viven los pequeños productores en la zona, dos de sus hijos tienen que ir a estudiar a una escuela agrícola distante 120 km. de su casa, a escasos kilómetros de los Esteros.
Roque y su familia viven en el Paraje Boquerón, junto a otras 100 familias. En la zona, a unos 50 km de la ciudad de Mercedes, en el centro de la provincia, otros tantos pobladores se encuentran repartidos en los Parajes Itá Corá, Paso Pucheta, y Capitá Miní.
“No quieren que los pobladores nos arraiguemos, quieren quedarse con el agua y con las tierras”, concluye este pequeño productor, cuando se le pregunta por los motivos de la falta de escuelas.
Los Esteros del Iberá están conformados por 26 lagunas que ocupan el 14 por ciento del territorio correntino. Constituyen un macrosistema de alrededor de 1,3 millones de hectáreas que son drenadas a través del río Corrientes hacia el río Paraná. Este valioso sistema de humedales alberga una importante biodiversidad, incluyendo varias especies raras, vulnerables o amenazadas de extinción. Sus aguas están conectadas con el Acuífero Guaraní, una de las más grandes reservas de agua potable del mundo. La zona de los Esteros, sobre todo en las ciudades de Colonia Pelegrini y Mercedes, se está convirtiendo además en un centro turístico de proyección internacional.
Roque está preocupado, al igual que el resto de los habitantes del lugar, por la falta de información clara respecto a los proyectos de la Compañía The Conservation Land Trust, fundada por el estadounidense Douglas Thompkins. “Estas tierras eran fiscales, y nos fueron loteadas para los pequeños productores por el Instituto Correntino del Agua, en el año 87. Pero en los últimos años, si uno quiere saber bien sobre la tenencia de las tierras acá se encuentra con muchas dificultades, no se puede conocer bien esa información. Thomkins reconoce tener en su fundación unas 230.000 hectáreas, y eso es preocupante”.
La inquietud de los pobladores ya generó distintas reuniones entre los habitantes de la zona, de las que participaron miembros de la fundación mercedina Iberá, Patrimonio de los Correntinos. Esta otra fundación, integrada por vecinos de la zona, elaboró la única propuesta formal que tiene el aval de los productores y los lugareños, que se convirtió en proyecto de Ley presentado en la legislatura provincial. En ese proyecto se defienden las tierras pero además las actividades que los habitantes realizan en ellas. “Todos los riesgos que vino planteando la gente de Iberá, patrimonio de los correntinos se fueron cumpliendo, por eso yo les confío. Este señor Thomkins viene con un discurso de preservación del ambiente, de conservación, pero en el fondo su propuesta trae de la mano limitaciones a nuestra producción. Yo le pregunté a la bióloga que trabaja para su fundación sobre mi producción, y me dijo que para preservar la naturaleza tendría que limitarla, ¿de qué vivimos si hacemos eso? Lo hacen para que nuestro trabajo no rinda y tengamos que irnos”, concluye Roque.
En medio de la conversación, Roque hace una pausa, y recuerda: “ahora que pasa todo esto, me viene a la mente las palabras que siempre decía mi abuelo, que las tenía olvidadas –y se esfuerza por hacer entendible su guaraní, mezcándolo con el castellano– “Yarecó la carne, el petróleo, la tierra, ou potá los gringos ñandé explotar”. Y por si hace falta, traduce: “tenemos todos estos recursos, decía mi abuelo, pero vendrán los gringos a quererlos explotar”.
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NOTICIAS PSA agradece la colaboración del Coord. Provincial del PSA, Ing. Agr. Alberto López, y del Referente de Asistencia Técnica en la zona centro de Corrientes, Manuel Tutuy, para la elaboración de este artículo.
