15 de abril de 2016

Nace la Cumbre Agraria en Ecuador: anuncian próximas movilizaciones

Movimientos indígenas, campesinos y sectores sindicales resolvieron conformar un “proceso de movilización, inspirado en experiencias de Colombia y Latinoamérica”. Anuncian protestas en todo el país. En Resumen Latinoamericano (AL)



Pablo Solana*/Resumen Latinoamericano, 15 de abril de 2016 – Movimientos indígenas, campesinos y sectores sindicales resolvieron conformar un “proceso de movilización, inspirado en experiencias de Colombia y Latinoamérica”. Anuncian protestas en todo el país.

Se proponen “construir una plataforma estratégica de movilización para levantar un Acuerdo Nacional Agrario que garantice la soberanía alimentaria y la defensa de los territorios frente al avance del capital”. Entre sus promotores se encuentran movimientos que han hecho oposición al gobierno del presidente Rafael Correa, como los indígenas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), pero también organizaciones que durante los primeros años se mostraron afines al correísmo, como la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Litoral (Fecaol) y la Unión de Agricultores Autónomos Tierra y Vida. Sectores obreros como la Central Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas (Cedocut) y la Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas (Astac) son parte de la iniciativa junto a los campesinos de la Federación Única de Afiliados al Seguro Social Campesino, la Comisión Nacional de Agroecología y la Asamblea de los Pueblos del Sur.

Con esta nueva propuesta, buscan ampliar la base social del espacio con distintas convocatorias regionales. Ya se realizaron encuentros en Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos, El Oro, y en los próximos días realizarán eventos en Quevedo, Azuay, Loja, Esmeraldas, Chimborazo y Napo. Se trata de zonas de la costa, la sierra y la amazonia ecuatorianas, donde el debate de las comunidades pasa por la defensa de los territorios y de la producción campesina ante el avance del extractivismo y del monopolio agroalimentario.

“¡Fuera, derecha, fuera!”

Al igual que sucedió durante la última década en países con gobiernos neodesarrollistas como Argentina o Brasil, en Ecuador resulta difícil instalar una agenda de reclamos populares que no sea tildada por los abundantes medios oficialistas como “funcional a la derecha” o “desestabilizadora”. La descalificación, improcedente en la mayoría de los casos, alerta sobre el aprovechamiento de la lucha popular que realizan sectores reaccionarios en frontal oposición a los aspectos más progresivos del gobierno de Correa. Ya sea por la solidaridad con Venezuela y Cuba, o por una retórica que desafió los pilares más crudos del neoliberalismo que lo precedió, Correa supo legitimarse ante los ojos de quienes valoran estos aspectos de su gobierno aunque, como contraparte, queden invisibilizadas las denuncias contra el extractivismo de las comunidades originarias, las luchas por los derechos de las mujeres o el encarcelamiento de dirigentes sociales. Los triunfos de la derecha en las elecciones presidenciales de Argentina o las legislativas de Venezuela, y el proceso de destitución siempre latente contra el gobierno del PT en Brasil, reactualizan esta complejidad.

La CONAIE, organización indígena mayoritaria e histórica en el Ecuador, debió sortear -no sin dificultad- esos riesgos. Los indígenas, afectados por las políticas desarrollistas convertidas en pilar fundamental del modelo económico correísta, son actores fundamentales de la Cumbre Agraria. Es cierto que, con el argumento de resistir al “régimen”, el partido Pachakútik, que expresa a un sector del movimiento indígena -resistido por la CONAIE-, coqueteó con sectores de la derecha política opositora y golpista.

Pero de esas situaciones el movimiento popular fue sacando conclusiones y aprendizajes. El pasado 27 de enero, las bases indígenas tomaron la sede de Pachakútic y expulsaron a los dirigentes derechistas de Creando Oportunidades (CREO), del Partido Social Cristiano (PSC) y de la Concentración, al grito de “¡Fuera derecha, fuera!”.

En el mismo sentido, el documento fundacional de la Cumbre Agraria insiste en el carácter “estratégico” del espacio y no menciona ni una vez al presidente Correa por su nombre como blanco de sus denuncias. Aunque eso no inhibe a los representantes del sector de ser claros en la confrontación con “las actuales políticas extractivas y agroindustriales que profundizan la dependencia del Ecuador hacia el mercado internacional, lo cual desencadena la crisis que vivimos en el país”.

“Como en Colombia, el movimiento campesino y popular ha logrado recomponerse”

Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular. Así se llama la plataforma unitaria surgida de los paros nacionales de 2013 y 2014 en Colombia, país vecino que comparte casi 600 km. de frontera -e identidades y culturas originarias- con Ecuador. Después de las protestas, la represión y los dirigentes sociales asesinados en el país vecino, surgió un espacio de coordinación unitario que al día de hoy congrega a gran parte del movimiento popular colombiano y que logró interlocución directa con el presidente Juan Manuel Santos. Esa es una referencia ineludible para la Cumbre Agraria ecuatoriana. Así lo definen en su documento fundacional: “Como nos han demostrado los procesos de construcción unitaria en Colombia y en otros países de Latinoamérica, el movimiento campesino y popular ha logrado recomponerse construyendo una agenda estratégica y planes de lucha concertados para avanzar en conquistas concretas y en conciencia, reconociendo la diversidad de situaciones, posiciones, prácticas y tácticas que conviven en el movimiento campesino, de trabajadores y de pueblos y nacionalidades. La propuesta de caminar hacia la construcción de la Cumbre Agraria como plataforma de lucha y de su Primer Encuentro Nacional nace inspirada en estas experiencias”.

“Una realidad que se desconoce en América Latina”

“Hace más de un año que empezamos a convocar precumbres territoriales para fortalecernos”, explica Richard Intriago, coordinador general de la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Litoral y miembro de la coordinación política de la Cumbre Agraria. “La crisis del campesinado es de décadas, y se ha agudizado con este gobierno. Este es un momento histórico para crear un mandato agrario, eso saldrá del primer acto nacional que realizaremos en la ciudad de Quito los días 19 y 20 de mayo”, agrega.

– ¿Tienen previstas movilizaciones, además de los encuentros regionales y nacionales?

-En este primer encuentro nacional se decidirán las fechas de movilización y acción popular en todo el país. Nuestro propósito es, por un lado, la lucha permanente por los intereses de los pequeños y medianos agricultores , y por otro, forjar alianzas para enfrentar la crisis que nos afecta a los diferentes sectores. El 19 de mayo, día en que se inicia la Cumbre, realizaremos una marcha simbólica desde todas las provincias de la costa, la sierra y la amazonia para dejar clara nuestra posición de lucha radical a favor del sector campesino.

-Las protestas contra el gobierno de Correa han sido tildadas de golpistas, en un contexto latinoamericano donde la estabilidad de los gobiernos como el de Ecuador son una preocupación para los sectores progresistas y de izquierda. ¿Creen que la Cumbre Agraria pueda ser señalada como otro intento de desestabilizar?

-En Ecuador se está viviendo una realidad que probablemente se desconozca en América Latina y el mundo, que es el engaño que sufrimos las organizaciones sociales, principalmente las organizaciones campesinas. Al principio algunas organizaciones creímos en una agenda política, radical, a favor del sector agrario de este país. Sin embargo aún hay una deuda que no se ha podido pagar en 9 años de este gobierno. Las políticas públicas y leyes que han sido aprobadas en su mayoría han sido para fortalecer al sector agroindustrial y agroexportador del Ecuador, marginando al sector de los pequeños y medianos productores. La nueva matriz productiva que se está aplicando actualmente evidencia dónde está la mirada de los principales actores de este gobierno. Otras cosas más importantes no se han atendido, como el ingreso ilegal de semillas transgénicas, que está prohibido por el artículo 401 de la Constitución. No vamos a esperar un año más, tenemos la fortaleza, la decisión de sacar adelante esta Cumbre Agraria frente a cualquier represión o estrategia perversa que las autoridades de turno quieran manifestar.

Richard, además de ser uno de los referentes nacionales de la Cumbre Agraria, es productor de papayas en el cantón de Pedro Carbo, provincia de Guayas. Debe continuar su recorrido por los cantones arroceros de la región, por los que va promoviendo la organización campesina. Antes de despedirse reafirma la convicción de la que surge esta nueva experiencia unitaria en Ecuador: “Es una lucha histórica que ahora retomamos, y que continuaremos hasta lograr nuestros objetivos, más allá de cualquier gobierno”.

* Pablo Solana es corresponsal de Resumen Latinoamericano en Colombia