17 de junio de 2013

El Maizal: pueblo y gobierno hacia el Estado Comunal, o nada

En el marco de las jornadas de Gobierno de Calle, el ministro Reinaldo Iturriza llegó este sábado 16 de junio a la Comuna El Maizal, en el adverso Estado de Lara. En Colombia Informa (Co) | Alba TV (Ve)


No hubo medios de prensa registrando la masiva asamblea, que contó con análisis de los desafíos políticos e ideológicos por parte de los voceros campesinos, reafirmación del compromiso revolucionario y críticas a la burocracia en todos sus niveles. Resultó un evento de importancia estratégica, en un estado donde las fuerzas revolucionarias deben recuperar terreno ante el avance de la reacción, y las flaquezas de algunos gobernantes locales propios. Este cronista acompañó a los voceros comunales en San José, El Maizal y Ataroa. Crónica del multitudinario encuentro en la Comuna campesina que hace 4 años impulsó el propio Comandante Chávez en persona.

“Cuando incorporen a la Comuna El Maizal en la hoja de ruta me traen nuevamente la propuesta, así no”, contó ante la asamblea el ministro Reinaldo Iturriza que le dijo a su equipo de trabajo días atrás, en referencia a los sitios que su Ministerio iría a priorizar en esta etapa del Gobierno de Calle. La multitud aplaudió el gesto, aunque no por condescendencia: el diálogo directo pueblo-gobierno abundó en muestras de apoyo a la revolución bolivariana por parte de los voceros de los Concejos Comunales, pero también hubo críticas “para rectificar el rumbo”.

El ministro llegó a las instalaciones de la Comuna el Maizal, a unas 6 horas de Caracas, pasadas las 15, con una comitiva que incluyó al viceministro, el diputado del lugar Alexander Torrealba y unos 20 colaboradores. Mientras el vocero del Banco de la Comuna y principal referente, el campesino Ángel Prado, guiaba a Iturriza en una recorrida por la siembra que realiza la Empresa de Propiedad Social Directa Ezequiel Zamora y la Empresa Comunal Distribuidora de Gas Camilo Cienfuegos, el tinglado que hace las veces de lugar de encuentro ya estaba colmado. Alrededor de dos centenares de delegados comuneros y comuneras del lugar y otras regiones cercanas ofrecieron un marco de asamblea popular a la visita del representante del gobierno. Ángel Prado le dio la bienvenida: “Acá está el ministro cumpliendo con los compromisos adquiridos en la campaña, y cumpliendo con el lineamiento que nos dejó el Comandante Chávez: el trabajo con el pueblo, el trabajo conjunto de pueblo y gobierno, y el Poder Popular activado”. Iturriza correspondió la intención cuando tomó la palabra por primera vez: “Si yo quería venir era para eso, justamente para abrir el derecho de palabra, yo he venido acá básicamente para escucharlos a ustedes”. La asamblea irrumpió con el canto que en los actos solían dedicar al presidente Chávez: “¡Así, así, así es como se gobierna!”. La propuesta del ministro generó un breve tumulto de comuneros ansiosos por anotarse en la lista de oradores, que en pocos minutos se fue aplacando cuando el coordinador, otro campesino de la Comuna, avisó que todos hablarían. Así quedó definida una lista de más de 30 voceros y voceras que ocupó las próximas 3 horas con un diálogo fraterno con el funcionario del gobierno nacional, con apoyos a la revolución y no exento de reclamos y quejas.

Voces comuneras

“Queremos que usted vaya a Sabana Alta, que recorra las calles para ver las necesidades que hay”, demandó el campesino Rafael Arocha, que explicó que venía “de por aquellas montañas”, señalando hacia las cumbres más altas de la cadena andina que da marco a los campos de El Maizal. Las invitaciones y demandas se repitieron, en medio de valoraciones al proceso bolivariano. “Sin esta revolución no estaríamos aquí, ni con estos campos sembrados ni con estas empresas sociales que dan trabajo ni con esta dignidad que nos enseñó el Presidente Chávez, y vamos a defender la Revolución con nuestras vidas si es necesario”, pudo escucharse en otra intervención. Pasaron por el uso de la palabra voceros y voceras campesinas de la Red de Comuneros de Morán, de organizaciones sociales como El Observatorio del Poder Popular, la Comuna Francisco Tamayo, la Misión Sucre, de los Concejos Comunales Simón Bolívar, El Flaco, La Pradera y muchos más. “Usted camarada ministro tiene que recorrer caserío por caserío, Concejo Comunal por Concejo Comunal”, le insistieron. Y el ministro respondió: “Yo ni siquiera había pasado por la puerta, y ya me había comprometido con los compañeros de la parroquia de Buría para ir para allá. Cuando habló el segundo compañero, José Rodríguez, aquí nos pusimos a averiguar qué posibilidad había de ir hoy mismo, pero me aconsejan que no vaya de noche hoy, pero voy a ir para allá. Y vamos a ir a Sabana Alta también” dijo, y compartió su agenda para aplacar ansiedades. Explicó que de allí se iría a la Comuna Socialista Ataroa (llegó a El Maizal después de un encuentro previo en el Barrio San José, en Barquisimeto). Y describió los compromisos ya fijados para su gabinete ministerial hacia delante, por solicitud del presidente Nicolás Maduro, según dijo. La semana próxima debía estar en cinco Estados, y la próxima en 4 más, para culminar esta primera etapa de Gobierno de Calle.

Distintos voceros de las comunas propusieron la construcción de Corredores Territoriales para crecer en coordinación y en empoderamiento popular. “Se trata de liberar zonas y que la Revolución tenga dominio total: que sea el pueblo quien controle la alimentación, la producción, la seguridad, la educación, la salud, todo el tema social, y que incluso el tema político sea controlado desde el mismo pueblo con su construcción diaria”, explicó el vocero principal de la Comuna, Ángel Prado, desde la mesa que compartió con el ministro. En Lara la derecha ganó las elecciones últimas, y la preocupación por recuperar terreno y disputar poder con los alcaldes y gobernadores de la oposición o que, aún dentro del partido de gobierno, no responden a las expectativas de los pobladores, sobrevoló cada planteo. Otras voces pusieron el acento en el análisis político e ideológico, proponiendo no quedarse en la mera enunciación de pedidos y necesidades. Alexander Alayo de El Maizal reclamó que “las comunas no sean un mero hecho administrativo, no podemos volver a la situación del 2002, 2003, donde había miles de cooperativas… en carpetas debajo del brazo. Eran cooperativas de maletín, para ser beneficiarios de créditos solamente. No queremos que eso pase con las Comunas; la construcción cotidiana del Poder Popular se hace sobre la base de la consciencia, con recursos o sin recursos, porque si se profundiza la crisis económica y el dinero del petróleo no alcanza para todo, ¿qué hacemos para avanzar? Hay que establecer un acuerdo entre el Ministerio y el pueblo, pero para avanzar, demostrando la voluntad política de profundizar la revolución, más allá de los problemas” dijo, y fue uno de los más aplaudidos.

Comuna El Maizal: creada por Chávez, desarrollada por el pueblo

El 5 de marzo de 2009 el presidente Chávez recorrió esta zona de frontera entre los estados de Lara y Portuguesa, escuchó el reclamo de los pobladores sobre esas tierras improductivas, y ordenó expropiarlas para crear allí una Comuna Socialista. Había una historia de despojo detrás: en 1961, con la firma del Pacto de Punto Fijo por parte de los partidos de la llamada Cuarta República, los campesinos originarios habían sido desplazados de las mejores tierras y corridos a la montaña, desde donde regresaron para dar forma a la Comuna El Maizal. “Esto lo impulsó Chávez por su visión del futuro de las Comunas, no nos engañemos porque aquí no hubo como en otros sitios una ocupación primero, aquí nos organizamos después del impulso que Chávez nos dio”, reconoce Ángel Prado, en lo que bien puede entenderse como una metáfora de la forma en que avanzó durante 14 años toda la Revolución. El 29 de noviembre de aquel año el Comandante volvió al lugar para apoyar la iniciativa, e hizo su Aló Presidente desde el campo, alentando el autogobierno comunal. “Llegó, nos saludó, a mí me dice ´Hola Hilda, cómo te va, cuéntame tu historia´, y yo me preguntaba cómo el presidente sabía mi nombre, nerviosa, sin darme cuenta que lo llevaba pegado aquí en el cartel en el pecho”, recuerda Hilda Sánchez, que antes de la creación de la Comuna trabajaba limpiando casas de familias en la ciudad, apenas por la comida y alguna ropa usada como toda paga. “Yo le dije que la Comuna era la esperanza de un pueblo que nunca nos habían tomado en cuenta, y que era gracias a él, y así fuimos hablando uno por uno, como buenos amigos” recuerda. Se emociona: “fue el mejor maestro que he tenido para hacerme sentir como persona; lo que viví con Chávez y cada motivo de esta revolución que nos dejó él es una historia que nunca va a morir… Hablo y me duele el alma cuando lo recuerdo”. Y concluye: “Nos dijo que había que crear más comunas, y que cada una debía ser ejemplo para más comunas. Que nosotros mismos, aquí en la Comuna, debíamos ser el gobierno”.

Gobierno de calle

Desde que el presidente Nicolás Maduro lanzó la iniciativa, él mismo y todo su gabinete de ministros establecieron una serie de encuentros directos con el pueblo. La movida busca tender puentes directos de gestión evitando intermediaciones, atendiendo al reclamo extendido en el pueblo de que es la propia burocracia de alcaldes y gobernadores, en muchos casos inoperantes o corruptos, lo que desanima al pueblo y lo distancia del curso que propone el gobierno nacional, situación que quedó a las claras con los ajustadísimos resultados de la última contienda electoral que pusieron en riesgo los próximos pasos de la Revolución. El Gobierno de Calle cuenta con el antecedente de los Gabinetes Móviles que el presidente Chávez impulsó en el año 2005 al reasumir la presidencia. En ese marco, siete ministros y dos viceministros recorrieron distintas poblaciones del Estado de Lara, de la misma forma que otros fueron destinados a cada región del país. En Lara, estado gobernado por el ex dirigente del PSUV y actual líder opositor Henri Falcón, desembarcaron en forma simultánea el ministro de Justicia Miguel Rodríguez Torres en la parroquia Juan de Villegas, el de Cultura Fidel Barbaito en una asamblea en Guachirango, el de Turismo Andrés Izara, el viceministro del Sistema Integral de Policía Marcos Rojas Figueroa en la parroquia de Jiménez, la ministra de la Mujer Andrína Tarzón en la Escuela Ramón Gualdrón y la Comuna Ataroa, e Iturriza, del Ministerio de las Comunas, en la recorrida ya mencionada. Cada encuentro tomó forma de asambleas junto a los voceros de los Concejos Comunales de cada lugar. La valoración de parte de las organizaciones populares y los dinamizadores de cada Comuna se vio reflejada en las convocatorias, en cada caso de decenas o centenares de delegados y voceros con ansias de dialogar, proponer, manifestar el apoyo o reclamar al gobierno nacional. Entre los pedidos hubo demandas de mayor inversión, como por ejemplo para terminar el Puente La Guarda, impulsar Ferias o financiar nuevas obras o empresas de propiedad social. Pero también reclamos por la corrupción (el viceministro Rojas Figueroa expulsó a 7 policías municipales tras denuncias de los comuneros que pedían “acabar con la matraca” (coimas); hubo señalamientos a la burocracia en el Estado, y se reclamó internas y transparencia en el principal partido que impulsó el presidente Chávez, el PSUV.

¿Cuál podrá ser el verdadero alcance de un Gobierno de Calle que pone a los ministros a andar tras el día a día de los reclamos puntuales? En el equipo de Iturriza reconocen que esa dinámica es un arma de doble filo: “Desgasta estar todo el tiempo de acá para allá, en algún momento hay que sentarse y ponerse a planificar”. El cansancio obligó a una parada en el camino de El Maizal a Ataroa: Iturriza solicitó detener la caravana de vehículos antes de ingresar a la siguiente comuna, y compartió, en Barquisimeto, unos perros calientes y unos refrescos en un puesto de calle con sus colaboradores y pobladores que se acercaron a conversar. Ya en Ataroa, el ministro volvió a tomar nota en su agenda personal de cada reclamo comunal como había hecho en los encuentros anteriores, más allá de la labor de su equipo de asesores. También allí cerró la asamblea con palabras moderadas, que sonaron razonables a ojos de los referentes comunales. “No prometió nada. Y eso es bueno”, analizaron los voceros de El Maizal, marcando la diferencia entre un ministro que se concentró horas en escuchar al pueblo, en contraposición a la tradicional demagogia política de las promesas que con el tiempo se incumplen. “Es como tú, como cualquiera de nosotros, un pana”, reflexionaban, señalando el contraste con otros funcionarios. En los balances de pasillo otros voceros valoraban la la cantidad y calidad de las intervenciones expresadas, con una reflexión que bien puede graficar lo que deberá venir para garantizar el avance de la revolución. “Antes hablaba Chávez, y eso estaba muy bien; ahora le toca hablar al pueblo”.